Sobre El Rol Del Auditor y El Proceso De Auditoría
La lucha por la mejora continua..
Desarrollar y mantener a flote una
organización tal como lo es una empresa es una labor complejísima.
Hacerlo de forma que cumpla con estándares
de calidad y protocolos que la hagan competitiva a nivel internacional es aún
más complejo.
Bajo esta perspectiva el auditor, figura
cuyo particular rasgo de autoridad yace en el hecho de que dependiendo de su
calificación una organización puede en última instancia ganar o perder calificaciones,
resulta una herramienta útil para la empresa que persigue mantenerse
competitiva y al día con lo que la industria le exige.
Es por ello que la labor del auditor, especialmente
en lo que refiere a las auditorías externas, es decir, aquellas requeridas por
la empresa a organizaciones ajenas a ella y especializadas en este tipo de
actividades, reviste una gran responsabilidad y compromiso.
Desde el dominio de cada uno de los
puntos a evaluar hasta el apego a un protocolo a la vez que se mantiene una
actitud objetiva, exigen de este una particular disciplina.
No menos relevante es el proceso de las
auditorías.
La planificación es la clave. Definir el propósito y dirección
que la auditoría tomará es la clave para un trabajo conciso y efectivo.
A su vez, el análisis objetivo así como
la captura de información necesaria ayudarán al momento de fundamentar los
resultados y explicar los puntos tanto a favor como en contra. Después de todo
el auditor no va a contrastar a la empresa con sus opiniones sino con lo que
establece el protocolo, norma, sistema de gestión, etc.
Sin embargo no hay que olvidar la razón
de ser del auditor y las auditorías: mejorar.
Es por ello que existen. Para que las
empresas identifiquen sus puntos débiles y puedan mejorar y seguir adelante, brindando un mejor servicio y aumentar la satisfacción del cliente.






